Nunca te molesto que me quitara los zapatos para pasear bajo la lluvia, o dijiste que estaba loca por querer conversar cosas trascendentales, mientras el cielo amenazaba con caer, sabias que me ayudaba a pensar...
Es mas, te ponías ese impermeable gigante y dejabas el paraguas en casa. Tampoco insistías en que lo llevara, era tan largo que siempre tropezaba con el.
Hace ya varias lluvias, varios inviernos, demasiada agua...pero hoy, la lluvia es hermosa y me plante en la ventana vernos caminar...
Y a esperar que escampe, para sacudir arboles...
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